Retrato de Artigas, de Juan Manuel Blanes
Pero pronto la vida de la estancia no le basta; una inquietud montaraz le llama a cambiar de pago y de vida; movido por una oscura necesidad de acción, dejó la hacienda de su padre y su posición de mozo rico. Se hace acarreador de ganados cerriles, acaparador de cueros, combatiente, acaso, en ocasiones. al frente de partidas cimarronas, recorre las cuchilla, las sierras, los ríos y los montes, de una punta a otra del país, volteando hacienda bravía, cuereando, monteando, peleando con partidas portuguesas, adiestrándose en el rumbo y en la pelea. Así adquiere nuevo y más profundo conocimiento del territorio, así conquista nuevas y más difíciles aptitudes.
Su audacia, su coraje, su destreza, su energía, le van creando prestigio entre el gauchaje, y aún entre los estancieros. Necesitados éstos de una defensa contra las continuas depredaciones del cuatrerismo y del contrabando portugués, defensa que la autoridad española no puede darles, los hacendados proponen a Artigas organizarla, y ejercerla por cuenta de ellos; y así, al mando de una fuerza armada, pasa a ser guarda General de la Campaña. Creado el regimiento de Blandengues por el Gobierno de Montevideo, Artigas ingresa en él y pronto es capitán.
Se encuentra en las invasiones inglesas y toma participación en sus episodios. En esta nueva posición conoce la milicia, aprende la táctica veterana, adquiere la actitud de militar del mando y la organización. Así pasando de una a otra posición, va integrando su personalidad con nuevas facultades; y así preparado le encuentra el alzamiento de la campaña de 1811.
Cuando Artigas desembarca en la Calera, volviendo de ofrecer sus servicios a la Junta Revolucionaria de buenos Aires, ya todo el país está alzado. Partidas sueltas se van incorporando y engrosando columnas. Cada estanciero criollo ha reunido y armado al gauchaje del pago, poniéndose algunos a su frente. De los montes salen las bandas de matreros, dirigidos por el más prestigioso. Los rancheríos y poblaciones quedan sin hombres: todos van buscando incorporarse.
Cada columna o cada partida tiene un jefe propio, su caudillejo local: falta el hombre de prestigio superior y de capacidad militar que los reúna a todos, a quien todos reconozcan, que dé unidad y dirección a todas esas fuerzas: Artigas es aclamado Primer Jefe de los Orientales...
Extraído de Proceso histórico del Uruguay, Alberto Zum Felde
2 comentarios:
en realidad no era lo que buscaba lo que buscava era sobre informacion sobre el retrato de artigas sin ofender no me sirvio para nada igualmente la pagina esta buena e interesante talves me equivoco al decir que no me sirvio capas que no entra a la pagina que estaba la informacion porfavor no se la agarren a mal gracias por leerlo contesten
Hola, gracias por visitar nuestro blog. En otra oportunidad manda tu mail, que te puedo guiar mejor para encontrar lo que buscas.
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